miércoles, abril 18, 2007

Rauchen Verboten


Las ideas estabas a la orden del día y ya no controlaba mis ímpetus asesinos de aves. Comencé la jornada muy temprano algo así como las 8 hrs, muy temprano para su seguro servidor. Vittorio toco la puerta diciéndome que ya casi estaba listo para que nos fuéramos juntos a la odisea gélida que nos esperaba.

Después de encontrarme a un tipo de Xalapa (para ser mas especifico, un tipo de 30 años que estudio la secundaria en la Morelos) y de que una señora de ascendencia árabe casi me quitara 5 euros por pedir limosna, nos subimos al autobús “tran-isere” que tenía como destino la zona mas alta posible de la montaña llamada “Chamrousse”. ¿Con que fin? El único fin de esquiar.


Llegaba el medio día, y Vittorio debía alquilar justo al llegar su tabla de snowboard, mejor dicho su “agarrapatas”.

Como íbamos solos, no teníamos idea de que hacer o como comenzar, pero aún así nos pusimos el equipo y caminamos como si tuviéramos 20 años practicando el deporte. El tipo que nos rentó el equipo nos dijo que debíamos subir al teleférico y de ahí bajar en otro hasta la estación de principiantes. Según nuestro instinto liberal de cocodrilo dundee pensamos que como teleférico se refería a las pequeñas sillas que funcionan como elevador para llegar a la cima de la montaña. Ah pues si, subimos esos muebles poseídos por demonios que se movían a una velocidad un poco “en chinga”

para que un principiante lograra acoplarse. Pensamos que era normal...





Como verán, nos pasamos de lanza, detuvieron el ascensor por que no nos pusimos la barra de seguridad, y al llegar no solo nos caímos al bajar sino que bajamos en la pista equivocada, marcada con el hermoso color negro que no indica otra cosa sino “ expertos solamente”, después de hacerla de temerario y empezar a descender perdiendo todo tipo de respeto hacía nuestra vida, optamos por encaminarnos hasta la siguiente ruta y pedir ayuda. Lo se, es un poco tonto pero así lo hicimos. Llegamos a la ruta que vimos desde lo lejos, tomando en cuenta que veíamos todo desde esa altura, y el grito de “a l'aide” se hizo escuchar, un tipo muy cordialmente nos dijo, mientras seguramente se reía de nosotros por dentro, que iba a detener el ascensor (por segunda vez) para que pudiéramos bajar por donde solo se debía subir. Y claro al llegar era obvio que otra vez se iba a detener pues la silla se movía de manera increíblemente rápida (repito era para expertos).










Después de una regañada digna de un infante al haberse hecho pipí en la cama, nos enviaron a la pista a la cual teníamos planeado ir. La de niños. Tomamos el camión y en unos minutos ya estábamos deslizándonos en la nieve como expertos, en caídas claro. Maldita pista de niños, estaba igual de difícil que la de expertos, entonces llegamos a la primera conclusión, lo malo no es la pista si no es que la baja.


Proseguimos cayendo y cayendo, hasta que me encontré a una chava que iba casualmente por ahí esquiando y me dio una pequeña clase de esquí para poder detenerme, no me sirvieron mucho o me sirvieron de maravilla según ustedes lo vean pues en todo el día solo pude detenerme 2 veces, una por que continué hasta lo alto y me detuvo la gravedad y la otra lo hice con la técnica adquirida pero viajando a 2Km por hora. Aprendo rápido ¿no creen?

0 comentarios:

keoberos

free hit counter